lunes, 20 de septiembre de 2010

Hábitos y autodisciplina -por Tomas Berriolo

Hábitos y autodisciplina

Lectura de Fin de semana 25-2010


http://h2o-aguapura.blogspot.com/search?q=franquicia


El éxito es una cuestión de suerte; y si no

lo cree …¡pregúntele a cualquier fracasado!



La semana anterior tratamos el tema de los “Hábitos vs. la Dispersión”. Vimos cómo la repetición consecuente de una acción determinada, día tras día, nos conducirá del fastidio al placer, cuando aquella acción repetida se convierte en un hábito, en una costumbre,| mediante la fórmula de la persistencia. Aunque al principio nos cueste, se incorpora a nuestra conducta y nuestro comportamiento como algo absolutamente natural; y ya no podremos dejar de hacerlo. Esa acción repetida hasta lograr acostumbrarnos a ella, es la autodisciplina.



Así aprendimos muchos de nosotros – me incluyo - a realizar llamadas telefónicas para contactar prospectos, tanto para efectuar demostraciones de los productos PSA como para atraerlos e incorporar al negocio, en idéntica proporción: una demo = una invitación. Así también aprendimos a pedir y lograr referidos, a presentar el negocio a cualquier hora y lugar; así aprendimos a filtrar a nuestros prospectos dándoles prioridad a la gente emprendedora, con ganas y perfil de negocios dispuestos a ser sus propios empleadores, manejando sus horarios, inversión y stock. Así también afrontamos los temores iniciales, los prejuicios y otras sensaciones que ahora, trascurridos veinte años, parecen unas tremendas estupideces de hombre maduro, que eligió realizar un cambio en su vida…¡y luego tuvo que vencer los mecanismos sicológicos de resistencia al mismo!





¿Cómo hicieron los exitosos…?



Hoy, leyendo cualquier biografía de personas exitosas, desde Thomas Edison a Bill Gates o Donald Trump, me doy cuenta que la primera victoria que obtuvieron fue la victoria sobre sí mismos: la autodisciplina fue lo primero en todos ellos, sin excepción. Y no hay atajos, caminos alternativos ni “trampitas” mediante las cuales podamos lograr resultados sin ningún esfuerzo personal. Abrazar la fantasía de que con un ínfimo esfuerzo inicial vamos a cobrar compensaciones durante toda la vida, es irreal y peligroso: el negocio no funciona así.





“Disciplina”…¡qué palabra tan fea!



Hace algunos años, en un seminario de liderazgo que realicé enviado por PSA, el disertante Dr. Michael Useem – una reconocida autoridad en la materia – definió la disciplina de una forma que siempre recuerdo: “La disciplina es la decisión de lograr lo que realmente se quiere, haciendo las cosas que uno en realidad no quiere hacer. Después de un tiempo obrando de esa manera, la disciplina se convierte en la decisión de alcanzar lo que realmente se quiere, haciendo las cosas que Usted ahora si quiere hacer!!!”. Sencillo y brillante a la vez.



Solo hay una pequeña dificultad, como diría Jim Rohn: Que es fácil hacer las cosas que se deben, pero también…es fácil no hacerlas”. Creo firmemente, entre otras cosas porque lo he experimentado a lo largo de mi vida, que todos podemos ser disciplinados y disfrutar de sus consecuencias después de algún tiempo de ponerla en práctica.



Si queremos, o sabemos que debemos adquirir algunos hábitos para mejorar nuestra productividad en el Negocio PSA, ser más efectivos, conseguir mejores resultados…y disfrutarlos, no hay otra fórmula más que autodisciplinarnos y “pegarle para adelante”. Y no esperemos “estar motivados”, porque esa es otra falacia: “No puedo…no estoy motivado”; “Mi línea ascendente me desmotiva…! Y otras tonterías por el estilo que de vez en cuando nos decimos para justificar nuestra inacción.



¡Olvídese de la motivación cuando tenga que poner en marcha la autodisciplina! ¡Simplemente hágalo! Muchas personas quieren sentirse motivadas para luego actuar…y eso no funciona de esa manera. Jerome Bruner, psicólogo y profesor de Harvard, afirma: “La motivación es como el amor y la felicidad; un producto derivado. Cuando Usted está activamente comprometido a hacer algo, y comienza con el trabajo, la motivación viene de pronto cuando menos lo espera”.





Un ejercicio sencillo pero efectivo



Así que…¡manos a la obra! Prueben con este sencillo ejercicio, y luego me cuentan:



1. Enumere cinco áreas de su negocio en las que no adquirió los hábitos adecuados por falta de disciplina.

2. Colóquelas en orden de prioridad para conquistarlas y anótelas en su agenda.

3. Trabaje con una sola cosa a la vez.

4. Busque recursos, como clases a las cuales concurrir, literatura de seminarios, jornadas, libros y cualquier elemento que le ayude.

5. Pida a una persona, que puede ser un modelo (mentor) o especialista en lo que Ud. desea desarrollar, pídale ayuda y que verifique sus avances.

6. Emplee por lo menos 15 minutos cada mañana en enfocarse y reflexionar para mantener el control de esa área débil en su negocio.

7. Haga, cada noche antes de ir a descansar, un breve análisis de los avances de ese día en el tema que lo ocupa.

8. Trabaje al menos sesenta días, consistentemente, hasta adquirir el hábito y la habilidad (probablemente le lleve menos tiempo)

9. Constate y celebre sus avances con su mentor, patrocinante o persona a quien le pidió que lo ayudara (punto 5)



Y la consigna más importante: ¡Empiece ahora mismo! ¡Hasta la próxima!


Tomás D. Berriolo

Director PSA

20-Setiembre-2010





No hay comentarios:

Publicar un comentario